Hoy vengo con la segunda parte de como  crece el pelo después de la quimioterapia. 

Si no fuese porque me saco una foto semanal para ir viendo como evoluciona creo que ya no me daría cuenta. Soy una pelona en toda regla. Mi cabeza luce tupida y negra. 

Observaciones: sigue sin salirme rizado, tengo una pequeña ondulación, pero es que mi pelo antes del cáncer era ondulado, es más oscuro aunque ya me voy notando que por algunas zonas es mas claro. Las canas siguen apareciendo, ya me lo han dicho que viene de familia.

Por lo demás, sigo tachando cosas de la lista de "cosas que siempre he querido hacer" y con un proyecto en mente que por lo menos a mi me parece súper bonito y espero que consiga sacarlo adelante. 

Por otro lado, mi cuerpo sigue resentido y eso me acojona, tengo dolores articulares continuos y diarios, me han dicho que es efecto de la quimioterapia. Desde aquí hago un llamamiento, si alguna compi de batalla me lee y esta pasando o ha pasado por la misma situación me gustaría saber si a vosotras también os pasa u os paso después de terminar con el tratamiento. Porque os prometo que no me mola nada sentirme así. Una se cree que cuando termina el tratamiento oncologico ( que es en principio lo más duro) todo lo que venga después es pan comido. Pero es entonces cuando el cuerpo y la mente se relaja y vienen las consecuencias de 9 meses de caos. Supongo que hay que darle tiempo y ser paciente hace solamente tres meses que termine con la quimio y 15 días sin radio. Y es que soy un terremoto al que todo le impacienta, y si me dicen que vuelta a la normalidad quiero mi normalidad. Pero con dolores de señora de 80 años va a ser difícil. he leído en un libro que el dolor esta en la mente, que es mentira, que si cambiamos la palabra dolor por otra que mejor defina lo que sentimos, el concepto que teníamos cambia. Así que he decidido ponerlo en práctica. 

Así que a seguir hacía delante, aprendiendo a vivir esta nueva vida, a la que todavía me estoy acostumbrando. 

Take is easy

Comienza septiembre y yo termino tratamiento. He estado desconectada y no. Desconectada porque no he querido ni he tenido muchas ganas de escribir ni de contar mas batallitas sobre el cáncer, creo que necesitaba  dejar de lado, aparcado el tema por mi salud mental aunque nunca he estado muy cuerda. Evidentemente ha sido una misión imposible. Comencé el 26 de julio con la radio y he terminado el 31 de agosto. Estar todos los días metida en el hospital no me lo ha puesto fácil, y mira que lo he intentado cada vez que entraba en esa maquina del infierno imaginarme que estaba en alguna playa paradisíaca, pero el único parecido razonable y comparable ha sido mi quemadura en el pecho. Luzco cual guiri blanquita y quemada. De ahí que del todo no haya conseguido evadirme.

Supongo que ahora que he terminado con los tratamientos y que en principio estoy limpia debería respirar tranquila y estar súper contenta, pero si es verdad que mientras estas en la vorágine de ir para un lado y para otro, de consultas y hospitales, el cuerpo y la mente se acostumbra y se convierte en tu zona de confort. Y ahora que en principio todo acabado ( digo en principio porque sigo de médicos y revisiones y en mi caso los dos primeros años son los más difíciles por eso de que el cáncer vuelva) los miedos han llamado a mi puerta. 

Ha sido un mes de intentar volver hacer vida "normal" como me aconsejo mi oncóloga que hiciera, y aunque en un primer momento pensé: ¿Y ahora como se hace eso? Lo estoy intentando. Intentando no hablar mucho del tema, ya no tengo esa necesidad de desahogarme, y sobre todo psicologicamente me agota. Como he dicho los miedos han venido a visitarme. Miedo porque soy como un pajarillo cuando abandona el nido, ahora toca aprender sabiendo que el cáncer un día estuvo ahí y que quizás o no un día vuelva. Creo que ahora es inevitable no pensar en ello, es un momento de transición que no es fácil pero por el cual hay que pasar. 

Ahora toca volver a disfrutar, a ir de conciertos y beber alguna copa de más, a reir más,viajar. En definitiva a vivir. estar vivo no sirve de nada sino vives y disfruta del momento, sino aprecias lo que ello significa. Ahora toca vivir, vivir en mayúsculas. Creo que la teória está genial y ponerla en práctica cuesta un poco más. Vivir enserio, sin complicarnos nosotros mismos nuestra propio existencia. Disfrutar de los amigos, la familia, de ti. De aprender a vivir con los miedos, y de deshacernos de aquellos que ahogan y matan. Aprovechar esta segunda oportunidad que me ha llegado tan pronto y no desaprovecharla ni con personas, ni con situaciones tóxicas. Aprovecharla para que cuando el camino llegue a su fin, cuando sea, haya valido tanto la pena que la mochila ese cargada de experiencias y aprendizajes que saquen sonrisas y lagrimas de felicidad. Se que volverán momentos malos, que tocara volver a sacar las garras y la capa, pero también eso significa estar vivo, vivir con todas las consecuencias. 

Ha sido un mes dedicado a mi, a cuidarme, a mimarme. A valorar el hecho, el simple hecho de leer bajo un árbol a la sombra,de querer tener ganas de coger la bicileta pero quedarse en el intento, de seguir subiendo momentos, de ponernos de nuevo en la carretera y porque no de volver a sentir la chispilla de cuando sabes que te has tomado una birra de mas. Y todas estas pequeñas cosas y a la vez tan necesarias me lo han puesto más facil para seguir mirando hacia delante. 

Vienen meses de recuperación, de volver hablar con el cirujano, de revisiones pero podemos decir, qu el primer asalto lo hemos ganado. 

Hoy no vengo positiva, hoy vengo en modo "me cago en to". Si, porque durante este tiempo también he aprendido a darme mi espacio y mi tiempo. Eso significa respetar mis estados de animo y no frustrarme por ello. No siempre tenemos que estar sonrientes y positivos. Por eso hoy me permito estar un poco de mala leche. Y es que no hay cosa que más me moleste ( tengo una lista bastante larga de cosas que no soporto) que me pongan el caramelo en la boca y luego me lo quiten. 

Pues bien,por prescripción médica me permitían irme de vacaciones, desconectar de estos meses de hospital y disfrutar, aunque fuese por una semana del sol y la playa. Recargar pilas. 

Pero parece ser que mis vacaciones tienen destino, y no es precisamente el sur de Cádiz, sino que toca radiación por un tubo. 25 días continuos de hospital. 

Y se que es lo que toca, que lo primero es lo primero. No quiero ni oír hablar de "es lo que hay" porque soy la primera que lo se, vamos que si lose. Que llevo casi siete meses con esta maldita enfermedad. Pero realmente me hacía mucha ilusión volver donde el aire vuele a salitre,a la ciudad del viento como dice la canción de Quique Gonzalez. 

Hace exactamente 7 meses de mi último viaje. Decidimos escaparnos, antes de entrar por primera vez a quirófano. Ya llevaba unas semanas haciéndome a la idea del cáncer, y conseguí más o menos desconectar. Casualidades de la vida o no,fuimos a ver la exposición de Alberto Garcia Alix al Musac y una fotografía hizo que me diese cuenta de lo que me venía encima. Así solamente con una imagen. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pues de verdad que si. Una fotografía potente en blanco y negro, cruel y fría. Con los signos que evidencian el cáncer. Y me vi allí plantada, queriendo escapar de ella, pero a la vez siendo consciente que salir corriendo nunca es la mejor opción. Sino que las cosas se consiguen y se ganan haciendoles frente. Nunca dando la espalda a los problemas. 

Así que si, estaba entusiasmada y emocionada por volver a viajar, y dejar al aire mi "melena" al viento.

Pero si sigo con el objetivo de ser una superheroina, que mejor opción que esta. 25 días continuos de radiación, son perfectos para conseguirlo. La radiación y los superheroes siempre han ido de la mano. Spiderman, Hulk, Los cuatro fantásticos, Daredevil... y es que todos estos personajes eran personas normales, hasta que la radiación se cruzo  en sus vidas.

Así que a todos los que os vais de vacaciones, disfrutar, venir morenos a rabiar,reír, vivir... Que yo me quedo aquí haciendo el último intento para conseguir ser una superheroina. 

El 4 de julio hará seis meses que me diagnosticaron cáncer de mama. Este último mes han sido unas mini-vacaciones desconectada de agujas y batas blancas.

Un mes relativamente de vida normal. 

El post-operatorio ha ido genial, por lo que me ha permitido ponerme enseguida en acción. Me gusta vaguear, es mi hobby favorito, pero como en otras entradas he comentado, el cuerpo es sabio y pide marcha. Cada día soy más consciente de ello, de escuchar a nuestro cuerpo.

Por lo que me he ido poniendo objetivos a cumplir a lo que ponerse en forma se refiere. Eso de no poder subir una cuesta se iba acabar. Así que, que mejor que viviendo en el entorno en el que vivo rodeada de montes, comenzar subiendo uno de ellos.

Si como buena vasca, los fines de semana se han convertido en... " Los días de monte"

Os tengo que reconocer que antes del cáncer mi deporte favorito era el levantamiento de botellín de cerveza y alguna "putivuelta" de media hora ( que lo sigo haciendo) alrededor de casa.

Pero  eso de subir un monte, ponerme un objetivo y conseguirlo, ¡es un subidón!

Y la verdad es que las sesanciones son bastante buenas, me encuentro bastante bien después de 5 meses de quimioterapia. Sigo sintiéndome cansada pero veo una evolución, y eso me motiva aún más. 

Es increíble la fortaleza que se puede tener si la actitud que le acompaña es positiva. Estoy descubriendo cosas nuevas que me aportan un equilibro del cual antes carecía. Y no lo digo por lo patosa que soy. 

Cuantas historias de mis caidas hay, a cual más graciosa por no decir patética.

No contar batallitas, nota mental.

Bueno sigo ( hay veces que esto de las secuelas de la quimio hace que me despiste. Soy una sinvergüenza me aprovecho  de ello, aunque he de decir que mi cabeza siempre ha sido un poco despistada antes de la quimio también) el primer objetivo fue subir al pol-pol a los pies del Anboto , un monte muy conocido de Bizkaia. Cuando lo logre y baje pegue tal grito de alegría que aún sigo con esa sensación. Se que para los que están acostumbrados a subir montes de verdad esto es de coña, pero para mi es todo un reto. Ya que hace solamente un mes subir una cuesta me suponía muchisimo.

Han pasado 5 meses desde que me diagnosticaron cáncer de mama. Han sido meses  de locura, de pruebas, de entradas y salidas al hospital, pinchazos... en definitiva una vida que no corresponde a  la de una chica de 28 años que debería  estar a tope disfrutando de todo.

Ahora que tengo un parón hospitalario hasta que me den los resultados del bicho, me puse a ojear fotos de hace un año. Las observo y lo más evidente es el cambio físico. Si, ahora mismo soy como un Lego. Me monto por piezas. 

Ahora que comienza el buen el tiempo ( en mi cuadrilla tenemos la suerte de estar todas independizadas) hemos inaugurado la temporada de terrazas vs bálcones.

Mi gran amiga Janis ha llamado a estos momentos (apropiándose de las idea de ikea): Los amigos de las terrazas.

Y es que no hay nada como recibir un whatsapp con una imagen de unos pinrreles al sol que venga acompañada de un mensaje "se está genial, invito a café o lo que queráis en mi balcón". Esos momentos son lo mejor, no los cambio por nada.

En estos momentos de post-operatorio en la que una se siente más blandita que un oso de peluche, recibir visitas en casa y que te cuiden es genial. Y es que tengo a los mejores a mi lado.

Los amigos de las terrazas son, todos esos que te mandan mensajes o te llaman todos los días para preguntar que tal estás, como llevo la recuperación, si tengo dolores. O los que simplemente te mandan un beso o un abrazo de esos tan fuertes que rompen los miedos.

Los amigos de las terrazas son los que mejor te conocen y deciden que no hay mejor regalo que una botella de Jaggermeister para celebrarlo por todo a lo alto cuando todo termine. 

Los que te regalan flores porque saben que nunca nadie antes lo había hecho, que las quieres porque una es muy peliculera y son exigencias del guión. "Quien no venga con flores al hospital, mejor que no venga" Que para una vez que estoy "malita" de verdad que me colmen de mimos y de detalles. 

Los amigos de las terrazas son los que te mandan fotos que hacen que tengas miedo de que los puntos se suelten por las risas que te hechas a verlas. 

O los que te mandan y te ayudan a buscar información que necesitas para los cuidados que debo mantener después de la operación 

A los amigos de las terrazas ( Esto va hacer que me arrepienta, que una tiene su reputación de dura y no es momento para perderla) sois mi mejor calmante. 

I will be there for you 

Un día viendo una de miles series que veo, esta vez tocaba ver el capítulo un millón de Anatomía de Grey ( Shonda Rhimes mira a ver no vaya a ser que estés a largando un poco la serie) dónde Amelia la hermana neurocirujana del guapísimo doctor Shepherd tiene que enfrentarse a una situación complicada, donde la inseguridad se apodera de ella.  

En un momento del capítulo, cuando Amelia tiene que entrar al quirófano y sus fuerzas flaquean, decide adoptar y poner en práctica la posición de superheroe. Y he de decir que esa actitud se  me quedo grabada.

Todos sabemos que la quimioterapia "mata" todo, tanto lo bueno como lo malo ( así de maja es). De ahí mi relación de amor-odio que mantengo con ella.

Cuando te diagnostican cáncer mama con menos de 30 años , una ya se supone que "el chute" no va a ser ligero, sino todo lo contrario. Así me lo confirmo mi oncóloga en la primera consulta: " eres joven y hay que ir a por todas"

Por lo que así ha sido, en un principio me pusieron un tratamiento bastante potente de 7 sesiones de quimioterapia cada 21 días. 

Una de las primeras cosas en las que pensé, fue:¿como de potente va a ser?

En ese momento te haces un poco, bueno bastante caquita encima. Si ya de por si tu vida se para en seco, de golpe, lo que yo no quería era sufrir unos efectos secundarios tan heavys que te hagan desear  antes el apocalipsis zombie que sufrirlos. Lo que quieres realmente es poder llevar una vida mas o menos normal ¡Que ilusa!

Es entonces cuando te dan una lista interminable de efectos secundarios ( los mas típicos, es decir puede pasarte cualquier cosa, como que te crezca una tercera teta y  sera lo más normal) vómitos, diarreas, dolores musculares, yagas en la boca y etc, etc, etc.

Y llega el día de la primera sesión. Es una mezcla entre ganas por empezar ( vamos acabar con este maldito bicho) y una incertidumbre con mezcla de nervios  por lo que te viene encima. El no saber como te va afectar la quimio. 

Mi experiencia, por suerte ha sido llevadera. ¡ Si, termine con la quimio! Mi cuerpo ha respondiendo bien y la respuesta a sido buena. Fulminamos al ganglio en la primera sesión y el tumor ha reducido muchísimo. De  medir 7 cm ( Que locura, verdad?), ahora tiene un tamaño de 1 cm. ¡Es increíble! Por eso y porque no me ha dado mucha guerra , la quiero y la odio a partes iguales.

No he tenido ni vómitos, ni nauseas, cansancio y agotamiento son mis dos apellidos, sofocos y jaquecas mis primas hermanas. Por lo demás quitando alguna cosa más y viendo como algunos compis les daban "el chute" en cama, lo mio ha sido un camino de rosas.

Han sido finalmente 6 sesiones, cada una de ellas de 6 horas. Quitando la primera que fue de 3 horas y media. Después tuve una reacción alérgica y tuvieron que dosificar la dosis administrándola más despacio. 

Eso de la perdida de apetito en mi caso, no se ni lo que ha sido eso. He comido de todo, incrementando bastante las piezas de fruta y verduras. ¡ El brocoli es Dios!

He dejado de fumar, nada de alcohol y con los cuidados extras de la piel, muchísima hidratación por fuera y por dentro, han hecho que mi piel luzca mejor que nunca. 

Una de las cosas positivas  que te da el cáncer, es darte cuenta de la importancia de cuidarte y de quererse, de quererse bien. Dejar lastre en el camino y quedarse con lo que a uno le hace sentirse bien. Escuchar a nuestro cuerpo, es sabio. Hay veces que hay que frenar, parar y dejar de lado todo aquello que no nos aporta nada. Ya me ha salido el lado moñas. Pero es verdad, el punto de vista cambia radicalmente.

Ahora que he terminado con el tratamiento de quimioterapia y estamos con todas las pruebas de cara a la operación, me doy cuenta lo rápido que ha pasado todo. O me lo parece a mi, que a veces soy un poco Dory.  Quizás los que han estado a mi alrededor no opinan lo mismo. Aguantar a un enfermo y mas que nada aguantarme a mi con el carácter que tengo, no lo pongo nada fácil. Humor si, pero cascarabias soy un rato largo. Más de uno al leer esto lo estará confirmando asentando con la cabeza. 

Poco a poco vamos dando pasos, Dentro de unos días toca otra etapa de la enfermedad: La operación. Eso de que me suministren drogas gratis no esta del todo mal. Los efectos de la anestesia molan. Aunque todo hay que decirlo, de vez en cuando me entra un poco de canguelo, Pero bueno, que todo sea eso. 

Super recomendación del día. Un cómic super divertido que habla de una experiencia real del cáncer de mama: 

Los Castigaos podría ser un western de Clint Eastwood o mejor aún la última película de Tarantino protagonizada por el pivón de Uma Thruman. Pero lamentablemente no es así. 

Durante la última sesión  de quimioterapia, tuve la oportunidad de conocer a una superheroina. Una de esas personas que llevan luchando con el cáncer tres años ( y no que el mejor de los pronósticos) y te cuentan historias con la mejor de sus sonrisas. Mis "chutes" han sido largos, de 6 horas, por lo que me ha dado tiempo en cada una de ellas a entablar conversaciones con mis compis de batalla. Con la última, vamos a llamarle Rosa, a parte de contarnos parte de nuestras vidas me hablo de "Los Castigaos". 

Yo con su permiso me he tomado la licencia de  bautizarlos así. Son esas personas, que en momentos  difíciles desaparecen, o hacen como si nada pásese o mejor aún te tratan como si fuese un costipado quitandole importancia.

Ella me contaba que durante su enfermedad algunas  de las personas que se encontraban  a su alrededor (personas cercanas) no le hacían sentir bien, que eran incapaces de preguntar que tal se encontraba (que pregunta tan sencilla y fácil para que otra persona se sienta querida) de llamar por teléfono e incluso algunas directamente pareciese que se las había tragado la tierra . Rosa me contaba que no estaba dispuesta a senitrse mal y triste porque  hubiese un tanto porciento pequeño de su entorno que  no se preocupase por ella. Por lo que había decidido castigar a esas personas haciendo caso omiso, ellos se lo pierden me dijo. Supongo que durante esos 3 años a uno le sirven para tomar perspectiva y lo que antes te hacía sentir mal le das la vuelta y le pones humor al asunto.